La Geodiversidad. Todo lo que las rocas nos dan

La geología de un territorio es mucho más que sus rocas y sus fósiles. Su valor va mucho más allá del relato fascinante de millones de años (Ma) que podemos leer a través de sus paisajes. La geodiversidad condiciona totalmente nuestra historia, nuestra cultura y nuestros ecosistemas, y nos proporciona recursos y servicios que difícilmente se pueden cuantificar con dinero.

La orientación de nuestros valles, la localización de los principales relieves y los recursos geológicos condicionan nuestros asentamientos. Siempre ha sido así. Los cromañones encontraron refugio en las cuevas cercanas a la costa y nos dejaron obras de arte como Altxerri o Ekain. El Valle de la Prehistoria (HAB) en Deba contiene una de las mayores concentraciones de restos paleolíticos de la cornisa cantábrica. Las cuevas formadas en las calizas del geoparque fueron un buen refugio para nuestros antepasados.

Los metales de Arditurri o las sales de Añana fueron enclaves estratégicos en la expansión del Imperio Romano por el norte de la península. En la Edad Media, el hierro y la disponibilidad de agua alimentaron la industria de las ferrerías, que posteriormente tendría su continuidad en la época moderna con los Altos Hornos de la zona minera de Bilbao y la gran expansión económica y social del siglo XX en Euskadi. Las calizas se convirtieron rápidamente en cemento para construir y albergar a miles de personas que venían a buscar una vida mejor. Si nuestra tierra no hubiera sido un mar tropical hace 100 millones de años (Ma), es muy posible que nada de lo anterior hubiera ocurrido así y, por lo tanto, es muy posible que nosotros hoy fuéramos también diferentes.

El relieve condiciona también las diferencias climáticas entre diferentes valles y regiones. Las rocas se descomponen en superficie y forman los suelos, que son la base de nuestra agricultura, de nuestros bosques y de nuestro sustento alimenticio. Los vinos de la Rioja Alavesa serían diferentes si la Sierra de Cantabria, formada por piedra caliza, no condicionará la composición de sus suelos y el clima. El choque entre Iberia y Europa dejó una cicatriz ideal para el cultivo de la vid.

El agua que guardan y administran nuestras montañas mantiene verde nuestro paisaje y nos da la vida, a nosotros y a miles y miles de especies de flora y fauna que dependen de ella. El relieve, el clima, las rocas y los suelos son la base de los procesos biológicos que generan nuestros ecosistemas. La geodiversidad sostiene a la biodiversidad. No se ve, pero está ahí y es tan necesaria como la bio para nuestra supervivencia.

Zumaia celebra cada año la fiesta del pulpo. La pesca de este cefalópodo tiene una larga tradición directamente vinculada con la existencia del flysch. La intercalación de capas duras y blandas y su orientación frente al oleaje permiten una erosión muy activa de los acantilados que retroceden y dejan a sus pies esta preciosa rasa mareal llena de pequeñas pozas naturales.

Conocer bien los recursos geológicos de un territorio ha sido siempre una ventaja estratégica fundamental para el desarrollo de todas las civilizaciones. Todos los grandes imperios han condicionado su expansión al conocimiento del medio y sus recursos. En las avanzadillas de cualquier invasión siempre había alguien que sabia mirar el terreno y ver.

El conocimiento de los recursos asociados a nuestra geodiversidad y su correcta utilización van a ser fundamentales en muchos de los retos principales de nuestra sociedad. En un marco de calentamiento climático, la gestión del agua va a ser fundamental para generar o evitar conflictos locales e internacionales. La transición energética, la expansión de la tecnología y la electrificación de nuestro parque móvil necesitan de grandes cantidades de minerales situados especialmente en África y Latinoamérica cuyos yacimientos todavía no se conocen bien o no se están explotando.

En Geoparkea no tenemos la solución para esos grandes retos, pero tenemos una geodiversidad rica y variada que conocemos bien y nos encanta compartir con todos nuestros visitantes y seguidores. Nuestra geodiversidad nos han proporcionado riqueza y materiales para el desarrollo; si, pero también agua, suelos fértiles, ecosistemas, cultura y algo mucho más difícil de medir: el sentido de pertenencia a una tierra con un paisaje determinado y una historia concreta.

* Si quieres saber más, descárgate el libro 'Geodiversidad. La memoria oculta de la tierra vasca'.