Desde los aguzados acantilados que baña el mar Cantábrico hasta las altas cumbres calizas del macizo de Izarraitz, la variedad de paisajes del Geoparque de la Costa Vasca es ciertamente generosa. Zonas intermareales, estuarios, encinares, campiñas y bosques atlánticos se suceden entre sí y conforman un variopinto mosaico de biodiversidad que justifica la existencia de cuatro espacios naturales protegidos en un territorio que apenas supera los 88 km2.
En las marismas, en las dunas y en los acantilados la vegetación hace frente a la poderosa influencia del océano y muestra sorprendentes adaptaciones para resistir su embate. Cuando la marea se retira, el mundo submarino descubre sus secretos en una multitud de charcos intermareales plenos de color.
Tierra adentro, los tortuosos relieves de montañas y valles acogen amplias zonas boscosas, salpicadas aquí y allí por fincas de labor y verdes pastizales de montaña ligados a la dura vida del caserío. Además, los horadados montes calizos del interior ofrecen refugio para una interesante fauna cavernícola, en la que destacan algunas especies de murciélago cuya supervivencia está muy amenazada.
Fuera de los espacios naturales protegidos existen también lugares de gran valor naturalístico, quizá no tan extensos, pero de innegable encanto e interés.
En la frontera entre la tierra y el mar, el Paisaje Natural Protegido del tramo litoral Deba-Zumaia es un mosaico de hábitats. Sus 4.300 ha de superficie se reparten entre la línea costera, donde destacan la vegetación de los acantilados y la landas y pastizales atlánticos, y el ámbito marino, con grandes superficies intermareales y praderas submarinas de algas rojas.
Los accesos a este espacio natural son las playas de Itzurun y Algorri ,en Zumaia, y, en Deba, los enclaves de Elorriaga, Errotaberri, Itxaspe, o la playa de Lapari. Desde estos puntos, los senderos balizados como PR-Gi 5001, SL-Gi 5001, SL-Gi 5002 y GR 121 facilitan conocer todos los rincones del Paisaje Natural Protegido. En Zumaia, además, el Centro de Interpretación Algorri ofrece información amplia sobre el mismo.
Su declaración como área natural protegida data de 2009. Los acantilados y dos áreas a mar abierto son Zonas de Reserva Integral.
Allí donde las aguas del mar y del río chocan y se mezclan, el estuario del Urola muestra los ecosistemas típicos de las rías cantábricas, lo que acredita su inclusión en la Red Natura 2000. Entre sus hábitats hay que subrayar las marismas atlánticas, los bosques de ribera, los encinares cantábricos y las dunas costeras.
Si bien una pequeña parte de este espacio pertenece a Zestoa, la mayoría de sus 112 ha están en Zumaia. Y es allí también donde están sus principales accesos: la playa de Santiago y el barrio de Oikia. En Zumaia está asimismo el Centro de Interpretación Algorri, en el que se desgranan las peculiaridades de los ecosistemas costeros.
El intrincado encinar cantábrico del monte Arno es el bosque más extenso del Geoparque. Junto a él, en las zonas más llanas, los prados de siega atlánticos añaden variedad biológica y ambiental a este espacio que fue nombrado ZEC de la Red Natural 2000 en el año 2012.
Gran parte del espacio natural -de 1.122 ha de superficie- es de muy difícil acceso, por eso es recomendable acercarse al mismo desde el barrio de Olatz y el alto del Calvario; y recorriendo la georuta de Olatz señalizada como PR-Gi 47.
Las cumbres rocosas de Izarraitz son el punto más alto del Geoparque y su carácter kárstico se manifiesta en un paisaje tachonado de dolinas, lapiaces y cuevas. Entre sus numerosos hábitats destacan los hayedos, los pastos de montaña y los bosques mixtos de pie de cantil calizo. Se trata, además, de una zona de gran importancia para la conservación de varias especies de murciélagos.
Este área, protegida por la Red Natura 2000 desde su inclusión como ZEC en el año 2012, tiene una superficie de 1.593 ha y es compartida por los municipios de Deba, Azkoitia, Azpeitia y Zestoa. Para conocerla es conveniente acercarse al barrio de Lastur y el alto de Mugarrigain., ambos en Deba, y al valle de Goltzibar, que comparten Deba y Zestoa. En Lastur hay un pequeño centro de interpretación del paisaje kárstico.
Pese a haber sufrido una profunda transformación debida a la acción humana, la ría de Deba mantiene aún marismas atlánticas de cierto valor. Por ello está protegida desde el año 2004. Además, en la misma se han acometido trabajos de conservación en las zonas conocidas como Casacampo y Artzabal, así como una tímida restauración de las dunas de la playa de Santiago.
Sus 92 ha de superficie son accesibles desde Casacampo y Artzabal, en los dos márgenes de la ría.
Con acceso desde Itziar, el monte Andutz supera los 600 m de altura y tiene su origen geológico en el Cretácico inferior, cuando, bajo el mar, creció el gran arrecife coralino del que provienen sus rocas.
De 213 ha, su naturaleza kárstica aflora a cada paso en lapiaces, dolinas, sumideros o cuevas, y también tiene reflejo en los encinares cantábricos, las landas atlánticas y los pastos montanos que crecen en sus laderas.
En esta estrecha franja costera, de 23 ha, lo más llamativo es el color oscuro de sus rocas, una consecuencia de la acumulación de materia orgánica durante su formación. Son los materiales geológicos más antiguos del Geoparque y provienen del final del Cretácico inferior.
Desde cualquiera de sus accesos, por las playas de Burumendi y Saturraran, o el barrio de Galdona, el paisaje muestra pastizales atlánticos, landas atlánticas y vegetación de acantilados litorales.