2021-09-22
Un estudio realizado íntegramente en el flysch del Geoparque de la Costa Vasca y publicado en la revista Geology, reafirma la hipótesis del impacto de un gran asteroide como la causa de la gran crisis biológica que hace 66 millones de años acabó con la estirpe de los dinosaurios no avianos y otros organismos marinos y terrestres. Además, los resultados de esta investigación descartan que los episodios volcánicos extremos influyeran en la extinción masiva de especies a finales del Cretácico.
El trabajo ha sido realizado por los investigadores Vicente Gilabert, Ignacio Arenillas y José Antonio Arz, del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA-Universidad de Zaragoza), junto con Sietske Batenburg, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona.
El estudio se ha realizado íntegramente en los acantilados de Zumaia (Geoparque Mundial UNESCO de la Costa Vasca). El equipo ha realizado un muestreo de alto detalle analizando sedimentos y rocas ricas en microfósiles que se depositaron entre hace 66.4 y 65.4 Ma, un intervalo de tiempo que incluye el famoso límite Cretácico-Paleógeno (K/Pg) definido una de las cinco grandes extinciones en masa del planeta.
En el estudio, el equipo ha analizado los cambios climáticos justo antes y después de la extinción masiva. Por primera vez, se analiza si dichos cambios climáticos coinciden en la escala temporal con sus posibles causas: el vulcanismo masivo del Decán (India) -uno de los episodios volcánicos más violentos en la historia geológica del planeta- y las variaciones orbitales de la Tierra.
Estas configuraciones astronómicas -los famosos ciclos de Milankovitch que se repiten cada 405, 100, 41 y 21 mil años- regulan la cantidad de la radiación solar recibida, modulan la temperatura global de nuestro planeta y condicionan el tipo de sedimento que llega a los océanos. «Gracias a estas periodicidades identificadas en los sedimentos del Geoparque, hemos podido establecer la datación más precisa de los eventos climáticos que acontecieron en la época en la que vivieron los últimos dinosaurios», explica Vicente Gilabert, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza.
Esta reconstrucción climática de alta resolución se ha realizado analizando combinadamente el comportamiento isotópico del carbono y el estudio de los foraminíferos planctónicos -unos microfósiles empleados como indicadores biocronológicos de alta precisión. Más del 90% de las especies de foraminíferos planctónicos del Cretácico de Zumaia se extinguieron hace 66 Ma, coincidiendo con una gran perturbación en el ciclo del carbono y con una acumulación de esférulas de vidrio de impacto originadas por el asteroide que impactó en Chicxulub, en la península del Yucatán (México). El estudio aporta también fotografías de microscopio de alta resolución de la capa de esferulas de Zumaia.
Las conclusiones del trabajo revelan la existencia de tres eventos de intenso calentamiento climático -conocidos como eventos hipertermales- que no están relacionados con el impacto de Chicxulub hace unos 66 Ma. El primero, denominado LMWE y anterior al límite K/Pg, ha sido fechado entre 66.25 y 66.10 Ma. Los otros dos eventos -posteriores a la extinción masiva- se denominan Dan-C2 (entre 65.8 y 65.7 Ma) y LC29n (entre 65.48 y 65.41 Ma).
En la última década existe un intenso debate sobre si los eventos hipertermales mencionados fueron o no provocados por el incremento en la actividad volcánica del Decán, que emitió grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera. «Nuestros resultados indican que todos estos eventos hipertermales están en sincronía con unas configuraciones orbitales extremas de la Tierra conocidas como máximos de excentricidad. Solo el LMWE, que produjo un calentamiento global estimado de entre 2 a 5ºC, parece tener una relación temporal con un episodio eruptivo del Decán, lo que sugiere que fue causado por una combinación de los efectos del vulcanismo y del último máximo de excentricidad del Cretácico», detallan los expertos.
El trabajo demuestra que estos cambios climáticos orbitales, aumentados puntualmente por el vulcanismo del Decán, se produjeron de manera gradual a una escala de cientos de miles de años y no están relacionada con la extinción masiva de especies del límite K/Pg.
«Estos datos confirmarían que la extinción fue causada por algo completamente externo al sistema terrestre: el impacto de un asteroide que ocurrió 100.000 años después de este calentamiento global de finales del Cretácico (el LMWE)», apunta el equipo investigador. «Además, el detalle del muestreo ha podido demostrar también que estos últimos 100.000 años previos al límite K/Pg se caracterizan por una gran estabilidad ambiental sin perturbaciones evidentes y que la gran extinción masiva de especies ocurrió de manera instantánea en la escala de tiempo geológico».
Gilabert, V., Batenburg, S.J., Arenillas, I. and Arz, J.A. (2021). «Contribution of orbital forcing and Deccan volcanism to global climatic and biotic changes across the Cretaceous-Paleogene boundary at Zumaia, Spain». Geology, agosto de 2021. Doi: 10.1130/G49214.1