Imprescindibles

1. Itzurun - Algorri: El santuario geológico del Geoparque

El flysch adquiere su mayor relevancia en la playa de Itzurun de Zumaia. Las capas verticalizadas de este espectacular fenómeno geológico sirvieron para comprender la extinción de los dinosaurios, y hoy, todavía, son muchos los geólogos de todo el mundo que buscan en este gran libro natural respuestas al comportamiento de nuestro planeta. ¿Te apetece conocerlo? Puedes realizar la georuta Algorri, visitar el centro de interpretación y disfrutar de alguna de las salidas geológicas en barco programas, pero sobre todo, no te pierdas un buen atardecer desde la playa.

2. Elorriaga: grandes acantilados y campas de ensueño

Visitar Elorriaga es visitar muchas cosas que dejarán un bonito recuerdo en nuestra memoria. Se trata de un pequeño barrio de tradición rural donde se cultiva el vino local Txakoli. Hacia el interior podremos disfrutar de amplias vistas sobre las montañas calcáreas de Andutz o Izarraitz, situadas en el límite sur del Geoparque. No te pierdas la visita al mirador de Baratzazarrak, una espectacular plataforma de madera que se asoma a los acantilados más importantes del flysch, y desde la cual, podemos vislumbrar una parte importante de la Costa Vasca.

3. Sakoneta: un impresionante museo de geología

Sakoneta se encuentra en el corazón del Paisaje Natural Protegido Deba-Zumaia. Y se nota. Se trata de un entorno donde las fuerzas de la naturaleza toman el protagonismo, donde los acantilados pelean con el Cantábrico y se caen a pedazos, donde el flysch se muestra con orgullo y donde la rasa mareal es más extensa que en ningún otro lugar. Es territorio de surfistas y caminantes atrevidos. Recomendable realizar la georuta de Sakoneta o una de las salidas guiadas programadas para ver la biodiversidad de la rasa mareal. Y si no dispones de tiempo suficiente, no dejes de visitar el fantástico mirador de Mendatagaina.

4. Saturraran: la playa escondida del flysch negro

Saturraran es una playa diferente, un arenal con forma de media luna orientado al oeste y protegido de la bravura Cantábrica por el cabo del mismo nombre: un relieve robusto de color oscuro y forma caprichosa formado por el flysch negro. Estas son las capas más antiguas del Geoparque y se formaron hace más de 100 millones de años durante los primeros episodios de apertura del Golfo de Bizkaia. Aquí comienza nuestra historia. Te sorprenderá el museo Nautilus de Mutriku, con su vistosa colección de ammonites gigantes obtenidos en estos acantilados durante más de 30 años.

5. Olatz: una experiencia muy apetitosa

Olatz es un valle cerrado, una sorpresa mayúscula para el que se acerca a visitarlo desde la costa. Se trata de una enorme depresión de origen kárstico y forma circular rodeada por grandes pirámides de roca. Aquí, el tiempo parece haberse detenido. Los pastos son de un verde intenso y están salpicados de pintorescos caseríos tradicionales que conforman una postal del mundo rural vasco. Puedes conocer el valle uniendo los tres paneles interpretativos o participando en la salida guiada del Karst, que te permitirá, además, realizar una cata en una quesería tradicional. Una experiencia apetitosa para conocer el Geoparque interior. .

6. Lastur: el valle cerrado del Geoparque

Lastur es un valle escondido, un gran tajo alargado y profundo en el interior del Geoparque. Es un valle cerrado donde las agua desaparecen en el subsuelo a través de una serie de grandes embudos llamados dolinas. Se trata de un valle sombrío de tradición rural donde el agua ha marcado siempre la pauta, ya desde el siglo XIV, con el funcionamiento de las ferrerías - molino de Plazaola, que se pueden visitar en la plaza del barrio. Merece la pena recorrer el valle visitando los miradores y asomarse a la parte alta del mismo para disfrutar de las cumbres más elevadas del Geoparque.

 

 

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